Este año, las fiestas de Santa Teresa han tenido un matiz especial: la presencia en ellas de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, co – protagonistas del día en la Catedral.
La jornada comenzaba temprano, a las 9 de la mañana, con el rezo de laudes que había preparado el Cabildo junto con la Pastoral de la Salud. Unos laudes que se ofrecían especialmente por los jóvenes enfermos de la diócesis. Es ésta una realidad que muchas veces pasa desapercibida, sin pararnos a pensar en el sufrimiento, a veces mal sobrellevado, de los más jóvenes. Al término de la celebración, se anunciaba que se enviará a cada enfermo una medicina muy especial: una caja de medicamentos que contiene en su interior la mejor cura; una Cruz, que viene hasta con su “prospecto” para que alivie nuestras enfermedades del alma.
Una hora más tarde, toda la Catedral quedaba completa por las más de 1.200 personas que se daban cita para participar en la Solemne Eucaristía por Santa Teresa. Presidida por el Obispo de Ávila, concelebrada por el Cabildo y numerosos sacerdotes, ha contado además con la presencia de varios grupos de peregrinos venidos de diversas partes del mundo, atraídos por la figura y el espíritu de la Santa andariega.
En su homilía, Mons. Jesús García Burillo ha recordado la historia de la Cruz, que en sus 26 años de peregrinar a lo largo y ancho del mundo, ha visitado lugares tan especiales como la “Zona Cero” de Nueva York, la Puerta de Brandemburgo tras la Guerra Fría, el Coliseo de Roma en el Año Jubilar del 2000, o la ciudad de Ctzestokova (Polonia). Una Cruz que, según sus palabras, nos puede ayudar a "vivir con mayor consuelo y fortaleza en los tiempos recios que toca vivir, ante una crisis económica y sus consecuencias sobre el mundo laboral, ante el continuo sufrimiento de la humanidad, ante el dolor que produce el alejamiento de Dios en la sociedad”. También quiso hacer mención a la tremenda visibilidad de esta Cruz, algo que pretenden hacer desaparecer quienes abogan por una Ley de Libertad Religiosa.
Mons. García Burillo recordó la estrecha relación entre la Cruz y Santa Teresa. Una Cruz que ella tuvo presente en su vida cotidiana desde muy joven. Una Cruz que hizo colocar en cada celda de los Carmelos por donde ella pasaba. Santa Teresa supo ver en la Cruz un mensaje de entrega generosa, de donación gratuita de un grande amor.
Asimismo, el Prelado abulense tuvo unas palabras de recuerdo por el milagroso rescate de los mineros chilenos. Y extrapolándolo a nuestra vida cotidiana, ha asegurado que, gracias al poder salvífico de la Cruz, nosotros también podemos salir del túnel oscuro donde a veces nos encontramos, y salir hacia la gran luz que es la Salvación en Cristo.
Por último, ha agradecido la presencia de tantos jóvenes en la Catedral, deseando que sigan su trabajo para preparar una gran acogida de cara a la Jornada Mundial de la Juventud l próximo verano de 2011.
Tras terminar la Eucaristía, comenzaba la tradicional procesión por las calles del centro de Ávila. A las imágenes de Santa Teresa y la Virgen de la Caridad se unían este año la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María. Portados por varios jóvenes (y otros tantos que iban acompañándoles a ambos lados), han procesionado entre la gente, que miraba emocionada lo que ya han rebautizado como “La Cruz del Papa”. Muchos se acercaban a tocarla, a besarla, a poner junto a Ella a niños pequeños y bebés. Todos querían estar cerca de ella. También varios miembros de la Juventud Antoniana, que han querido, pese a su corta edad, participar como porteadores de la Cruz durante gran parte del recorrido de la procesión. A los pies de la muralla abulense, algunos aplausos se arrancaban entre los presentes, mostrando así la devoción con que el pueblo de Ávila ha acogido la Gracia de esta presencia de los símbolos de la JMJ entre nosotros.
En estos momentos, la Cruz se encuentra ya en Burgohondo, donde tiene lugar un especial encuentro de oración para todos los pueblos de la zona. A las 20 horas llegará al convento de Benedictinas de El Tiemblo, donde también se celebrará un encuentro de similares características. Ya por la noche, a las 23:30 horas, regresará a Ávila, para celebrar una vigilia más sencilla en el Monasterio de La Encarnación, que supondrá el punto y final a tres días intensos, emocionantes y que supondrán, sin duda alguna, un fuerte impulso al trabajo de la Pastoral Juvenil en nuestra diócesis. No en vano, se dice que esta Cruz obra milagros …
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