Más de cuarenta autobuses llegaron al aparcamiento del Lienzo Norte de forma escalonada. Algunos de ellos con muchas horas de viaje, por lo que el cansancio fue la tónica general de los peregrinos, aunque también la ilusión por lo que van a vivir los próximos días.
Entre esos recién llegados, hablamos con Ana, de 21 años y que llega de Normandía. Cuenta que su interés es preparar la JMJ a la vez que puede participar en un intercambio con jóvenes y hablar de religión y fe. Ha elegido Ávila sobre todo por la cercanía a Madrid, pero también por ser la cuna de Santa Teresa. La Santa abulense es el mejor de los reclamos para estos peregrinos. El padre Emmanuel, que viene de Lisieux, nos contaba nada más bajar del autobús, que querían venir a la ciudad castellana ya que “nosotros vivimos en la ciudad de la pequeña Teresa (Santa Teresita de Lisieux), y queríamos conocer la ciudad de la gran Teresa”.
600 voluntarios se encargarán de que estos días sean para ellos lo más apacibles y agradables posibles, y estarán atentos a todas sus necesidades: les reciben, les acmpañan, les sirven las comidas, etc. Es hora de poner en práctica lo que han estado aprendiendo desde hace meses en reuniones y cursos. Ayer su principal tarea consistió en la acogida oficial de los peregrinos para proceder a su distribución en los diferentes alojamientos como el colegio Asunción de Nuestra Señora, La Milagrosa, Las Nieves, San Antonio o la Ciudad Deportiva, además de instituciones religiosas.
Y, por supuesto, al frente de toda esta comitiva de bienvenida, Jorge Zazo, coordinador de las actividades en Ávila. Para él, al igual que para toda la Iglesia abulense, estos Días en las Diócesis suponen un relanzamiento de una renovada Pastoral Juvenil, así como una forma de demostrar que Ávila está preparada para organizar este tipo de actividades, sobre todo con los ojos puestos en el centenario del nacimiento de Santa Teresa de 2015.
Mientras tanto los voluntarios se afanaban en comunicarse con los recién llegados, preocupándose de ver si necesitaban algo, todo antes de ir a cenar.
Por último, merece la pena destacar que la jornada de ayer también sirvió para escenificar, una vez más, el apoyo que toda la sociedad abulense está brindando a la JMJ. Hasta la sede habilitada para la organización de los Días en las Diócesis se desplazaron el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, que fue el encargado de poner la imagen al apoyo que ha proporcionado el Ayuntamiento a la organización. Además, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, también mostró su colaboración posando con la camiseta del voluntario.
Precisamente todo el apoyo institucional al trabajo de la organización ha hecho posible la puesta en marcha de las actividades que se realizarán los próximos días en el programa de los Días en las diócesis.
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