Con muchísima ilusión y enormemente sorprendidos. Así concluyeron ayer domingo los participantes el curso de liderazgo juvenil que, durante este fin de semana y como preparación para los Días en las Diócesis previos a la Jornada Mundial de la Juventud, ha impartido la Fundación Carmen de Noriega, organizado por el Obispado de Ávila. Se inscribieron en total 64 personas que tienen previsto colaborar como voluntarios o miembros de la organización en los DED en Ávila. Este curso, realizado ya en otros puntos de España, ha contado con la experiencia de importantes consultores de empresas y expertos del marketing y las relaciones públicas, como María José Sánchez Yago, Marcelo Vázquez Ávila, María San Gil, o María Álvarez de Mon.
Dado que en esos días previos a la JMJ los jóvenes serán los verdaderos protagonistas de cuanto acontezca en Ávila, es imprescindible que estén bien formados. De ahí la inquietud por ayudarles a convertirse en líderes responsables y verdaderos, “que sepan guiar y conducir a los demás al descubrimiento del Bien, la Verdad y la Belleza”. A través de una metodología interactiva y participativa, en el curso se ha desarrollado una concepción del liderazgo basada en los valores inherentes a la condición humana. “Partiendo de una idea del líder como aventura personal, llena de exigencia y responsabilidad y lejana al mito del líder manipulador y masivo, se ha intentado convertir a los jóvenes allí presentes en agentes de un auténtico cambio social que nos permita recuperar lo mejor de nuestra cultura cristiana”, tal y como apuntan desde la Fundación Carmen de Noriega.
El curso se ha completado, asimismo, con una convivencia de todos los participantes en la Casa de Espiritualidad Santa Teresa, en la que se alternaban ratos de ocio y esparcimiento con momentos de oración. Convivencia iniciada en la tarde del viernes, y que pretendía crear unos lazos entre todas estas personas que, de una u otra forma, trabajarán unidas este verano en torno a la JMJ.
Los objetivos que se han pretendido conseguir con este curso, según han señalado desde la Fundación, se pueden sintetizar así:
* Identificar el concepto de líder.
* Analizar los distintos tipos de liderazgo y sus diferentes finalidades.
* Descubrir los tres grandes pilares del liderazgo: autoconocimiento, desarrollo de las propias capacidades y esfuerzo personal.
* Reconocer la responsabilidad que tenemos todos de transformar nuestro entorno desde el lugar que cada uno ocupa en la sociedad, y, como cristianos, de conducir a todos hacia Cristo.
Estos aspectos son los que se trabajado durante estos dos últimos días. Un trabajo que se ha dividido entre sesiones teóricas y ejercicios prácticos. La teoría ha girado sobre cómo ser líder en la sociedad actual y cómo se podrán gestionar eficazmente los grupos y los posibles momentos de conflicto de cara a los Días en las Diócesis previos a la Jornada Mundial de la Juventud. También se intentó descubrir qué dotes especiales ha de tener un líder, así como la importancia del liderazgo. Esta radica, según los expertos, en saber vivir uno mismo lo que pretende transmitir a los demás para ser verdadero ejemplo, en transmitir desde dentro. Eso sí, sabiendo cómo expresarse correctamente para hacer entendible tu mensaje a los demás.
Pero lo que sin duda alguna ha destacado durante todo este curso ha sido la participación masiva de todos los jóvenes presentes, que no han vacilado en preguntar todas sus dudas a los expertos que han trabajado con ellos. Una participación que también se ha visto reflejada en los momentos de dinámica de grupo (dado que el carácter de este curso era más bien el de un taller participativo), que además ha servido para que los jóvenes se conocieran un poco más entre sí.
El curso ha concluido con la celebración de la Eucaristía dominical, tras la que los jóvenes se han despedido con un muy buen sabor de boca, y con las ganas de seguir colaborando en este camino común que han comenzado con el horizonte puesto en la JMJ.
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