La Jornada de la Juventud llena Burgos, Segovia y Ávila

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h.díaz / ABC valladolid


Con el fin de que los jóvenes den testimonio de su fe por todo el mundo y se enriquezcan conociendo a otros cristianos, las diócesis del país anfitrión de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebran desde 1997 los llamados DED (Días en Diócesis), que suelen reunir al 30 por ciento de los participantes que acuden al encuentro con el Papa. En el caso de España las fechas programadas para los próximos DED son del 11 al 15 de agosto, periodo en el que está previsto que las diócesis castellano y leonesas acojan a más de 20.000 jóvenes.

A cuatro meses de la celebración de la JMJ ya son tres (Ávila, con 4.003 asistentes confirmados; Burgos, que espera 3.922 jóvenes, y Segovia, con 2.083 asistentes) las diócesis que han completado su capacidad para acoger a estos jóvenes según el cupo estipulado para las tres por la Conferencia Episcopal, con 3.700, 3.500 y 2.000 plazas, respectivamente. Además se encuentran rozando su capacidad límite Salamanca, con 2.242 asistentes confirmados de las 3.000 plazas ofertadas y la Diócesis de Osma-Soria, con 959 inscritos para mil plazas.

A fecha 3 de abril, las once diócesis castellano y leonesas tienen confirmados la asistencia de 18.989 jóvenes que ocupan algo más del 71 por ciento de las plazas ofertadas (en total, 26.700), según fuentes de la organización. Su cercanía a Madrid, lugar del encuentro con el Papa, y su honda tradición religiosa —Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como Teresa de Jesús, es una de las santas más conocidas fuera de las fronteras españolas— hizo que Ávila fuera una de las primeras diócesis españolas en cerrar el cupo, «ya hace un par de meses», señalan fuentes del propio Obispado de Ávila. Pabellones como el Polideportivo de San Antonio o la Ciudad Deportiva, colegios religiosos como La Milagrosa, las instalaciones de las Madres Clarisas o el propio Colegio Diocesano son algunas de las instalaciones que tienen previsto habilitar en Ávila para albergar a los jóvenes peregrinos, en su mayoría de origen francés (el 70 por ciento), aunque también se espera un numeroso grupo de italianos, canadienses, estadounidenses, holandeses e ingleses. Ante la avalancha de jóvenes la intención del Obispado es trabajar estos meses en el impulso del acogimiento familiar con el fin de que «al menos 300» de ellos pasen los días previos al encuentro con el Papa en Madrid en casas de abulenses —según la legislación internacional la familia debe hacerse cargo como mínimo de dos peregrinos y detallar previamente lo que puede ofrecer : alojamiento nocturno, manutención, etc.—. El objetivo es «descongestionar» los centros preparados, pero también que chicos y familias compartan su experiencia de fe, señalan fuentes del Obispado.